Conocemos la importancia de tener un producto bien exhibido, pero ¿sabemos cómo lograrlo? Es aquí cuando tu vitrina jugará un papel importantísimo.
Pero ¿Qué es una vitrina?
Una vitrina “es el arte de generar deseos”, y tiene como principal objetivo llamar la atención para lograr la compra.
Y toma nota de esto: “tu vitrina será tu mejor vendedor, no cobrará un sueldo, no faltará, se quedará después de la hora del cierre y trabajará los feriados”.
Ahora ¡manos a la obra!
- Antes que nada, deberás saber que una vitrina se trabaja por planos, los cuales son tres. Veamos:
Permitido
- Elige tus artículos priorizando la necesidad comercial sobre tu gusto personal.
- Usa todo el espacio de la vitrina.
- Prepara tus productos un día antes. Debes limpiarlos, plancharlos y armarlos, dejándolos a la perfección.
- Limpia cuidadosamente tu vitrina, de arriba hacia abajo. El vidrio al final y primero por dentro.
- Cambia el color del piso, fondo y paredes con frecuencia.
- Si tu vitrina está en una calle o avenida ancha , vas a necesitar altos contrastes entre los productos y sus fondos (producto oscuro/fondo claro – producto claro/fondo oscuro). En una calle angosta puedes ser más sutil.
- Busca la altura y el ángulo en los cuales tu producto luzca mejor.
- Los precios deben estar siempre abajo a la derecha, pero nunca cerca del producto porque crea confusión.
- Nunca coloques el precio dentro del producto, ya que esto le quita valor.
- Los brazos y piernas de un producto los puedes doblar a la altura del codo o la rodilla. No abuses, ni tortures la prenda, doblándolo de más.
- Ponle zapatos y medias a los maniquíes y ¡verás la diferencia!
- Puedes agrupar tus productos por: color, forma, función, género (femenino o masculino) o rubro. Ejemplo: bufandas, guantes, tapados y camisetas. Esto hace pensar directamente en “abrigo”. ¡Conservarás un cliente si vas variando!
- Ten en cuenta la “direccionalidad” de tu vitrina, la cual tiene estar dirigida hacia la puerta del local. Esto significa que maniquíes y productos deberán mirar hacia la entrada, de lo contrario mandas al público al comercio vecino.
- Limpia tu vitrina y sus productos a diario con aspiradoras o plumeros especiales para tal fin.
- Sé creativo y original, pero sobre todas las cosas ¡diviértete!
No permitido
- No pienses que lo que hace la mayoría es lo correcto. No imites a la competencia.
- No a la monotonía. Provoca cambios.
- Lo standard pasa desapercibido.
- Basta de flores en primavera y hojas secas en otoño. ¡Piensa otra cosa!
- No creas que más productos es igual a más ventas.
- No ubiques la luz en el centro o fondo de la vitrina, porque encandilará al posible cliente.
- No coloques la luz cerca del producto porque lo daña.
- No dejes vidrios rotos o con restos de pintura. Es antiestético.
- No pongas stickers sobre el vidrio de la vitrina. Sí en la puerta y deben ser esmerilados.
- No escribas los precios a mano. Usa un sistema impreso. Da mejor aspecto al producto. Tampoco que sean demasiado grandes porque tapa el artículo.
- No pongas varios precios en un cartel. Confunde.
- No superpongas artículos tapando sus características.
- No coloques maniquíes con dedos rotos o en mal estado. No dan buen aspecto.
- No colocar productos en pilas o en forma de abanico. Eso lo hacen todos. ¡Diferénciate!
- Evita que los brazos o las piernas de una prenda queden en forma de acordeón. Cuanto menos manipules el producto, mejor.
- No pongas artículos de muchos colores, hasta tres está bien. No más.
- No uses cinta plástica adhesiva porque mancha y se cae rápido. Jamás sobre el producto.
- Busca alfileres especiales para la ocasión, caso contrario se oxidan y pueden manchar las prendas o los materiales que utilices para tu vitrina.
¿Qué estás esperando? ¡Arma ya tu vitrina!