Una de las prendas más versátiles y útiles a la hora de combinar y generar un cambio radical de estilo, es la chaqueta. Y más exactamente, la chaqueta elaborada con denim o mezclilla, popularmente conocida como chaqueta de jean.
Esta pieza fue oficialmente denominada chaqueta dentro del catálogo de Levi Strauss en el año 1930. Desde entonces, se han visto miles de modelos, acertados para combinar con casi cualquier cosa.
Esta es considerada una prenda básica por todo el valor que aporta a tus looks, su versatilidad y por su atemporalidad. A través del tiempo se logra mantener con algunas variaciones. Y es que usar una chaqueta no solo aporta estilo y personalidad. Con su uso también realzas la parte superior del cuerpo. Una chaqueta estructurada funciona perfectamente para generar esa armonía deseada en la silueta.
Si por el contrario, lo que se quiere es desviar la atención, una chaqueta de líneas suaves sin estructura, con altura hasta las caderas y una sola línea de botones es la solución.
Algunos consejos para combinarla
Con faldas
Combinar una falda larga con una chaqueta de jean le restará formalidad al look y se verá muy fashion. De igual forma, es necesario un accesorio que juegue como protagonista, como lo sería un sombrero, un collar o un bolso.
Con jeans
No temas al combinar denim con denim, aunque lo que si debes tener es cuidado. No uses el mismo tono en ambas piezas porque lo hará anticuado. Lo ideal es variar las tonalidades en uno o dos grados, sin crear un contraste demasiado fuerte.
Con vestidos
Funciona perfectamente con cualquier tipo de chaqueta; ya sea largo o corto, estampado, liso o con texturas. Lo importante es siempre tratar de usar una chaqueta clásica para esta combinación y evitar recargas.
¿Y los Colores?
El denim posee por lo general una tonalidad considerada como neutra, que al igual que el negro puede ser llevada con casi cualquier color.